EL CUADRANTE DE LA SOLEDAD Y EL LIBRO DE TEATRO
*Víctor Sahuatoba
a Rubén Ontiveros
El
cuadrante de la soledad obra de teatro de José Revueltas fue puesta en
escena en la Ciudad de México el mes de febrero de 1950 –meses antes de que
Octavio Paz publicara su libro célebre de ensayos El Laberinto de la soledad. Ambos autores nacieron en 1914.
El día
Nacional del Libro en México fue establecido por el gobierno en los años ochentas del siglo veinte un 12 de
noviembre para celebrar el natalicio de la autora novohispana Sor Juana Inés de
la Cruz y para fomentar el libro y la lectura. (Sor Juana también escribió
teatro.) Así fue que invitado por la Universidad de
Guanajuato, me presenté a celebrar el
día del libro e impartir una conferencia
de la cual tomé el sustrato para la elaboración posterior de este ensayo donde
el tema fue el libro y su lectura; pero no el libro en abstracto sino un libro
y un autor en particular; el autor es José Revueltas, y el libro, un libro de teatro: El cuadrante de la
soledad.
Es
miércoles 5 de noviembre, en la Ciudad de México acudo a la Biblioteca Nacional
en busca del libro referido, donde luego de identificarme y de corroborar la existencia del libro, de
entregar la solicitud y recibir el
recibo de la orden de fotocopias,
pagarlo en la caja y esperar a que se
realizara la entrega; me dirijo en el acto
de manera precisa rumbo al jardín en busca de la cafetería
donde celebrar mi cumpleaños con semejante regalo el encuentro con el libro de El
cuadrante y su lectura, en el mismo mes en que
celebráremos el Centenario del nacimiento del autor duranguense José Revueltas.
De
los géneros literarios, el teatro padece una baja apreciación como texto, no
obstante que al hacer referencia a lo literario de inmediato se citen
fragmentos de Sófocles, Shakespeare, Moliere, Calderón de la Barca, García
Lorca o Rodolfo Usigli. Hay en el entorno literario una especie de
insuficiencia dramática de bajo nivel de lectura y por ende de apreciación. El
teatro se lee poco y se lee mal, de ahí que la historia editorial también tenga
lo suyo.
El cuadrante de la soledad fue publicado en el
mes de octubre de 1971, veintiún años
después de su estreno, por la editorial NOVARO hoy desaparecida. Un juego con
el tiempo y el espacio disparan la lectura y el aroma y el sabor del café
expreso-americano acunan la nostalgia por el teatro mexicano en esa mañana
fresca de ciudad universitaria.
(El
cuadrante fue montada en el Teatro Arbeu por la Compañía Mexicana de
Comedia con escenografía de Diego
Rivera, bajo la dirección de Ignacio
Retes en 1950; el elenco o grupo de
actores contaba con Prudencia Grifell,
Wolf Rubinskis y tres jóvenes promesas
de la escena, Rosaura Revueltas, Silvia Pinal y José Solé ahora recién
galardonado por el Instituto Internacional del Teatro. El cuadrante constituye
un hito para la historia del teatro mexicano por varias razones entre las que
se encuentra el hecho de ser la primer
obra del teatro profesional de haber llegado a las cien representaciones y por
haber sido retirada de escena por su autor no obstante su éxito de taquilla. al parecer por presiones de
personalidades del partido comunista, entre ellos el poeta Pablo Neruda; hecho
que alimenta la curiosidad de este lector y
amplifica los interrogantes históricos de esta pieza de teatro. Porqué.
Porqué. Porqué.)
En
la búsqueda de la respuesta a las preguntas encontré sólo algunas respuestas y
como suele suceder surgieron nuevas
interrogantes. En el programa de mano de
la puesta, rescatè un texto de José
Revueltas: EL AUTOR SE PROPONE DENUNCIAR: “Lo insoportable del mundo en que
vivimos, el asco absoluto. Afirmar, entonces la conciencia sangrante de que es
imposible vivir así; la conciencia de que todos nuestros actos están
impregnados de esa corrupción; en fin de
cuentas, de esa soledad indigna y maldita. Convencer a todos de ello, hacerles
saber que tal cosa es la locura y el hundimiento, y hacérselos saber hasta la
desesperación y hasta las lágrimas. Si hay alguna tarea para el arte, ninguna
mejor que esta, quizá la única, hoy en este lado del mundo. Si el arte cumple,
entonces el ciudadano acudirá a los jueces, a los sacerdotes, a los maestros, a
los gobernantes, para preguntarles qué han hecho del Hijo del Hombre… El autor
busca perturbar y desazonar a los otros tanto como él lo está; desnudo y sin
espada, dispuesto a combatir”.
La
acción transcurre a fines de los años cuarentas del siglo veinte, en el barrio
de la Soledad de la Ciudad de México – en la víspera de la fiesta de Nuestra
señora de la Soledad-, en una tarde noche,
en el contexto de una huelga de transporte que paraliza a la ciudad. La prostitución, el narcotráfico, la
adicción: el mundo del hampa. Crítica a la moral social en la Escuela Central
para Señoritas y Varones, corrupción policiaca y la búsqueda de la verdad; son
los elementos dramáticos que esta pieza pone en escena y en la conciencia del
espectador.
Soy
lector de teatro desde mis primeras mocedades, de siempre he entendido la lectura del teatro como una propuesta
concreta y activa. Estos son los personajes y sus diálogos, imagínatelos,
recítalos. Esta es la escenografía y el vestuario: imagínatelos, vístelo. Esta
es la pasión que cobra vida en tu interior y en tu imaginario, siéntela. Un
lector que se ufane de ser lector –sin
afanarse a leer teatro, será un lector incompleto-. Dónde dejaríamos a Sófocles
o a Eurípides; dónde al joven Hamlet, a la dulce Ofelia, dónde al príncipe
encarcelado por los sueños y el temor de su padre al regicidio. Dónde
dejaríamos al profesor Rubio y a su
verdad gesticulante. Sin duda entre las letras solitarias de un libro de teatro
que sin la representación a través de
la lectura, no existe.
Por el fondo de la calle
aparece el PARCHES, con el organillo a las espaldas y apoyando la palma sobre el hombro
de PIEDAD, quien lo conduce. El
PARCHES descarga el organillo, lo apoya y
comienza a tocar, en sordina, una pieza Ad. Lib. Termina
de tocar y se vuelve a PIEDAD con su
rostro de ojos de ciego.
PARCHES.
¡Nos echaremos Las Golondrinas de despedida ¿No te parece, muchacha?...
PIEDAD.
(Con un tono doliente, apagado y triste.) ¡Sí, padrino!
PARCHES.
(Como en un juego convenido.) ¿Hay
muchas golondrinas aquí, en esta calle, Piedad?
PIEDAD.
(Mira el vacío como mirando cosas
invisibles.) Muchas… Tienen sus nidos en cada hueco de las casas, en cada
rincón… Encuentran abrigo aquí y en cambio lo llenan todo de felicidad. También
hay ruiseñores y zenzontles… ¿No los oye usted, padrino? ¿No escucha el ruido
de sus alas cuando golpean el aire, como pequeños abanicos…?
(El PARCHES ríe con una risita
breve y cascabeleante, satisfecho de las palabras de Piedad. Al mismo tiempo su
risa es maliciosa, con algo ligeramente perverso.)
PARCHES.
¿Sí, todo lo oigo pero nada veo! Con los oídos se pueden ver cosas mejores que
con los ojos. ¡Los ojos no sirven para ver sino para estar más ciegos todavía! (Acaricia la cabeza de PIEDAD.) Gracias por tus mentiras, Piedad. (Pausa reflexiva) Me gustan. (Pausa. Para sí.) ¡Me gustan mucho!
En
esa misma sesión matutina concluyo la lectura de una sola sentada y como pudo
sucederle al espectador en la función de teatro
llego a las escenas finales
conmovido:
PRÒSPERO.
Tal vez la vida humana no sea sino una larga, ininterrumpida equivocación…
(En
esos momentos se escucha el ruido de las lejanas explosiones del depósito de
combustibles y el ulular de las sirenas
de la policía. Por el fondo de la calle vienen corriendo hacia el primer
término un grupo de gendarmes dirigidos por el Comandante.)
El
depósito de combustible fue incendio
provocado para romper la huelga del transporte y con el hecho inculpar a los
huelguistas y acusarlos de violentos.
KITY.
No es un suicidio, señor. Eduardo era mi novio y siempre fue incapaz de hacer
daño a nadie… Lo mataron los… hombres de negro… Los hombres vestidos con el
alma de negro… Ellos…, señor….
COMANDANTE.
De todos modos necesitábamos un culpable. Las declaraciones deben ser en el
sentido de que este muchacho estaba ligado al complot. El hecho de que el
cadáver haya sido encontrado en el lugar donde se reunían los conspiradores,
hace más verosímil la versión. Este muchacho en fin de cuentas, nos ha salvado
a todos.
RUPERTO.
Sí. Nos ha salvado a todos.
(COLOMBINA
es la primera que se aproxima al SARGENTO, quien escribe en una libreta.)
COLOMBINA.
(En plena gloria.) Mi nombre
verdadero es Enriqueta Suárez Méndez. De la familia Méndez Suárez, los famosos
joyeros. (El SARGENTO apunta.) ¿Saldrá en el periódico, señor?
SARGENTO.
Sí, señora. Saldrá en todos los periódicos.
(Apenas
termina su frase el SARGENTO, cae
rápidamente el….)
T E L
Ò N
De
regreso al siglo veintiuno al tiempo real en
todas las instalaciones de Ciudad Universitaria es posible ver
movimiento de estudiantes y del personal
que colocan mantas en los edificios: “Vivos se los llevaron, vivos los
queremos” Apoyamos a los 43 normalistas desaparecidos en
Ayotzinapan.
En
el año 1949, José Revueltas retiró del
mercado su novela “Los días terrenales”
por presión de su partido por considerarla contraria a los principios del
realismo socialista y un año después en 1950 retira de la escena El Cuadrante de la soledad no obstante
su éxito de taquilla. En los años
sesentas, Revueltas reivindica su novela y declara su intención de que el
conjunto de su obra se le llame: “Los
días terrenales”, en mi opinión tal reivindicación no alcanzó a su obra de
teatro El Cuadrante de la soledad, que fue publicada veintiún años después, con
un error en la fecha del estreno –dice 1953- y dicha edición nos muestra un
final distinto, cortado, ¿censurado? que a la distancia nos hace un gran ruido.
Porqué. ¿Realismo socialista v.s. Realismo crítico?
El
viernes 7 de noviembre de este año, antes de mi retorno a San Miguel de Allende
asisto al Centro Nacional de las Artes a la apertura de la FILIJ Feria
internacional del Libro Infantil y Juvenil y en el stand de Conaculta voy en
busca de la novedad editorial de la Obra Reunida de José Revueltas –en el marco
de la celebración de su Centenario-, y el tomo 4 está dedicado a su
teatro. Los logos institucionales
incluyen al del Instituto de la Cultura de Durango que me recuerdan la edición
de mi obra de teatro “La Ola” –Parábola
de la bola y la patada- editada en el
marco de la Copa Brasil2014.
El
sábado 8 de noviembre, en la Ciudad de México a cuarenta días de la
desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa, se organizó una
manifestación de protesta masiva consistente en una marcha de la Procuraduría
General de la República (PGR) al zócalo,
convocada en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapan desaparecidos; inició
a las 8:30 pm y terminó alrededor de la media noche con la quema parcial de la
puerta principal de Palacio Nacional.
El
domingo 9, así salió en todos los periódicos: “Arde la puerta principal de
Palacio Nacional tras la marcha al zócalo” “No llegaban a quince pero los
grupos de vándalos empañó la manifestación pacífica de miles de personas para
exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa”
El
miércoles 12 de noviembre Día Nacional del Libro, en la Universidad de
Guanajuato en San Miguel de Allende ante un público de jóvenes preocupados por
la situación de su país, días extraños, el México nuestro que comparan con los
días vividos en el 68, con la matanza de los estudiantes por el Gobierno en la
plaza de las tres culturas. de Tlatelolco, les comparto la experiencia lectora
del libro de teatro, mi experiencia autoral y en particular las vicisitudes de
El Cuadrante de la soledad de José Revueltas:
“En
vida, Rosaura Revueltas hermana del autor que encarnaba a PIEDAD recordó el
final original de la obra de teatro cuya acción transcurría en la víspera de la
fiesta de nuestra señora de la soledad –del atardecer, la noche y el esperado
festivo amanecer-
Final
original: de El Cuadrante de la soledad que fue cortada en la edición de 1971.
El
PARCHES y PIEDAD salen del cuarto
PARCHES.
¿Ya amaneció?
PIEDAD.
No. Las puertas están cerradas. Y detrás de las puertas los hombres están
muertos. No hay refugio ni abrigo. No amanecerá nunca.
(Apenas termina su frase PIEDAD, cae
rápidamente el….)
T E L Ò N
La
luz se apaga y la obra termina; la luz
vuelve a la sala, la vida continúa, el lector y el espectador somos otros. En
el cuadrante del silencio contenido la soledad nos envuelve y en el debate nos
reencontramos. Tenemos que vincular a esta sociedad en el cambio; El crimen fue
de estado, dicen los chavos; Hay que
leer a Revueltas y su teoría del realismo crítico; Haremos una nueva
manifestación; Una luz por Ayotzinapa: el jueves 20 de noviembre aniversario de la revolución mexicana y
centenario de José Revueltas.
*Víctor
Sahuatoba, escritor mexicano, promotor literario , editor, autor de dramaturgia poesía,
narrativa y ensayo; Par de lobos, La
lengua y el cascabel, El Libro del Felino Feliz –literatura para niños-
Cuaderno de San Miguel San Miguel Notebook (edición bilingüe) La Ola, son títulos de su obra: Fundador y Presidente de la Fundación Cultural Un
Chorro de Literatura, A.C. organismo
impulsor de FELISMA Feria del Libro de San Miguel de Allende. Víctor Sahuatoba
es miembro del PEN Internacional.
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